En la misma informan que los médicos de adultos de la empresa se declaran en pre conflicto.

Recordamos que 21 pediatras renunciaron el martes 6 de octubre a COMEF/FEMI luego de semanas de negociación donde no se logró llegar a un acuerdo.

La intransigencia mostrada por la empresa fue que no permitió solucionar temas estrictamente vinculados a las condiciones en que estos brindaban la asistencia a los niños.

Texto completo de la carta

Florida 5 de octubre de 2016.

Consejo Directivo de la COMEF-IAMPP.

Presente:

Ante los recientes acontecimientos, un grupo de médicos de adultos perteneciente a emergencia y policlínicas rurales de la COMEF-IAMPP, nos declaramos en pre-conflicto, puesto que no queremos correr el riesgo de cometer el delito de impericia, imprudencia o culpa médica, ante el hecho de no contar con apoyo, ni respaldo de la institución para suplir las necesidades inherentes a las funciones de un pediatra.

A esto se suma el hecho de que la atención, incluso de adultos, se verá aún más resentida, puesto que la población a ser asistida se acrecienta sustancialmente sin por ello aumentar el número de médicos asistentes. Es de público conocimiento las carencias vividas a diario, tanto en emergencia sanatorial como en policlínicas rurales, las cuales ante esta situación se verán incrementadas.

Destacamos que al día de hoy, a pesar de que los médicos de adultos hemos tenido que hacernos cargo de la situación, aún no hemos recibido un comunicado oficial ni convocatoria a reunión por parte de la institución, tampoco hemos recibido apoyo en la asistencia por parte de los directivos, como fue manifestado en la prensa local.

Aclaramos que la decisión de declararnos en pre-conflicto no se debe a reclamos de índole económica, sino a nuestra preocupación por la franca disminución de la calidad de asistencia a la cual nos veremos sometidos, situación que nos preocupa como profesionales, por lo que nos vemos obligados a tomar dicha medida en beneficio de nuestros pacientes y la población general, no queriendo interferir en la lucha de los pediatras, la cual consideramos genuina y apoyamos.

Por todo esto mencionado, exigimos una urgente solución a tal situación que nos afecta a todos, profesionales y pacientes, puesto que, si bien no incurriremos en omisión de asistencia, el riesgo de cometer impericia e imprudencia al intentar suplir funciones inherentes a un especialista, como lo es un pediatra, es muy alto. Por lo tanto hemos solicitado la participación del Sindicato Médico de Florida y del Sindicato Médico del Uruguay, ante la preocupante realidad que estamos viviendo.