Esta incidencia no solamente se da directamente en la salud con los cambios en la distribución de las enfermedades y la morbi-mortalidad sino que también son considerables sus consecuencias indirectas como el aumento de las migraciones y reducción de la estabilidad social.

Para estos nuevos desafíos globales que se enfrentan, es necesario un abordaje

integral también desde de la medicina.

FIEM pretende incorporar a su Carta de Ética Médica el compromiso de los médicos ante este nuevo escenario, teniendo el "deber deber profesional y ético de comunicar a las autoridades competentes cualquier forma de alteración o deterioro en el ecosistema potencialmente perjudicial para la salud y para la vida".

Por su parte las distintas Órdenes Médicas de los países representados en el IX Encuentro del Foro Iberoamericano de Entidades Médicas asumieron el compromiso de tomar como ejemplo el caso de la Orden Médica de Portugal de crear un Consejo Nacional de Ecología y Promoción de la Salud.

Asimismo se entiende por los representantes de los países en el encuentro la necesidad de que médicos y otros agentes de salud, ocupen posiciones centrales y proactivas en todas las discusiones y foros que se establezcan para estudiar las consecuencias del cambio climático.