En charla con Ser Médico, el Dr. Córdoba habló sobre el vínculo entre estad dos pasiones.

Qué lugar ocupa la música en su vida.

La música es mi segunda profesión. Estudié Medicina, Neurocirugía, y en paralelo Música. Aprendí con mi padre la parte de enseñanza musical básica y guitarra clásica con el maestro Atilio Rapat y el maestro Antonio Pereyra Dariet.

Cómo convive esto con su profesión como médico.  

Es un poco difícil por el tiempo, pero me acostumbré desde joven. Ahora trato de tener tiempo para las dos cosas: la práctica de conciertos y la técnica en guitarra, y para el ejercicio de la profesión. Es difícil, pero se puede lograr. Son dos mundos que se pueden complementar.

La vocación, el llamado interior, es muy importante.  Sin eso no se podría hacer.

El concierto se titula "Neurocirugía y Música: mi vida entre dos artes". ¿La neurocirugía también es un arte?

Hay grandes textos que hablan del arte de la Neurocirugía. Salvo la parte de números y estadísticas, creo que sí es un arte. En cuanto a la manualidad, a la decisión y diseño de los instrumentos tiene un gran componente artístico.  Para ser médico también hay que ser artista.

La neurocirugía es una profesión compleja, que requiere de mucha precisión, ¿es la música una manera de liberar tensiones?

Sin duda. Incluso hay gente que coloca música de fondo para trabajar o llega a su casa y pone música de fondo para tratar de mejorar el rendimiento neuronal. Está demostrado que eso sirve. Es necesario porque es muy dura nuestra profesión.

¿Qué nos puede decir del concierto que va a dar el lunes, en concreto?

Es un poco el reflejo de lo que hasta ahora he transitado y visto en las dos profesiones, sobre todo en la médica. En otros lugares del mundo como en Viena, donde estudié, es muy común que los médicos toquen instrumentos. Hay una orquesta de médicos formal, que voy a mostrar.